La que tengo no es prisión,

vos sois prisión verdadera:

ésta tiene lo de fuera,

vos, señora, el corazón.

 

Esta me tiene forzado

tanto cuando Dios quisiere,

Y vos, señora, de grado,

cautivo mientras viviere;

de ésta, libertad se espera

y en vos no hay redención

pues que sois la verdadera

cárcel de mi corazón. 

 

 

P. D. Este es el poema que Alonso de Silva, conde de Cifuentes, le dedicó a su esposa, estando prisionero de los moros de Granada, entre 1483 y 1486.