Algunos alquimistas medievales practicaban el arte de la palingenesia; es decir, de intentar sacar vida a partir de las cenizas. Es una ciencia vana. Nada excepto la propia fuerza de la vida puede sacar vida de las cenizas. Cuando algo ha quedado reducido a cenizas, no cabe hacer nada sino esperar, a que se cumpla su tiempo y la fuerza de la vida decida obrar.