Antes, cuando alguien moría en un accidente, nos decían que los servicios de emergencia, dada la gravedad de las lesiones, no habían podido hacer nada por salvar su vida. Ahora ya no: ahora nos cuentan que «presentaba lesiones incompatibles con la vida». Supongo que al menos, esta versión tan eufemística, tiene una lejana base lógica, la de eximirse de cualquier responsabilidad: sin no pudo hacer nadie nada, tal vez fue porque no se podía… o tal vez por error o negligencia. Pero, si las lesiones eran incompatibles con la vida, como fuese haciendo milagros, nadie lo hubiera resucitado. Tal vez una forma más de ponerse un poco a salvo de demandas o polémicas.

            Pero, como frase, sigue siendo una solemne chorrada.